miércoles, 10 de octubre de 2018

El estigma social del tranque


Vivimos en una sociedad plagada de estigmas sociales, una de las percepciones más agudas en los ciudadanos es el rechazo a las congestiones vehiculares o mejor conocidas como el tranque. Alrededor de dos horas le toma a un residente de la ciudad capital dirigirse de su casa al trabajo y viceversa, eso quiere decir que hablamos de cuatro horas diarias, de lunes a viernes que equivale a veinte horas semanales invertidas en movernos a nuestras actividades rutinarias.

Todos los días crece la impotencia y frustración de nuestros conductores que cada vez más recurren a la violencia verbal y en muchos casos a la violencia física en situaciones de tráfico vehicular. Pero a nadie se a puesto a pensar que estigmatizar el tranque como algo negativo en nuestra vida no es precisamente lo correcto? Que descargar nuestra desesperación con el conductor que tenemos a un lado no va a solucionar que nos tomará dos horas en llegar a nuestros hogares? Pues no, nadie lo analiza ni lo asume y mucho menos las autoridades hacen un llamado a la cordialidad entre conductores. Pero la lógica nos dice que el tranque va a seguir y si no tomamos consideraciones saludables para invertir nuestro tiempo en el auto, seguiremos perdiendo cuatro horas diarias en una situación que solo se puede mejorar a través de las acciones “efectivas” del gobierno y una sociedad más empática el transporte público.

La mayoría se preguntará, pero que puedo hacer yo en el tranque? Puede existir una forma de distraerme a la “catástrofe existencial” de moverme solo a 5km? Afortunadamente si y más en una sociedad donde la tecnología es nuestro mayor aliado hasta para hacer el supermercado. Lo segundo que se nos pasa por la mente es la ley que aparece en gran parte de las cuñas publicitaria, “cuando maneje no use el celular” pero ahora contamos con herramientas multifuncionales (a multifuncionales nos referimos a poder asignar funciones y realizar tareas sin el contacto físico con el dispositivo) que nos permiten escuchar u organizar nuestras actividades sin la necesidad de generar una distracción visual con el dispositivo.


Es una opción para emplear el tiempo que “perdemos” en el tráfico vehicular, organizarnos, centrar nuestros pensamientos en las funciones que debemos realizar, aprender alguno nuevo, escuchar noticias o temas de opinión que nos retroalimentan y dejan una enseñanza personal. Un recurso innovador que apunta a ser el sucesor de los medios análogos son los podcast, que van dirigido a poblaciones jóvenes y adultas atendiendo temas de actualidad como noticieros o especiales, o programas que tienen un corto específico. Así como los podcast existen recursos para todos los gustos y demandas de los consumidores, queda en las manos de los ciudadanos interesarse por encontrar alternativas que estén a la altura de sus gustos de la mano con los dispositivos móviles para aprovechar las horas que permanecemos sentados en nuestros vehículos. 

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