![]() |
Foto: Pixabay |
Sophie Chapron
Para mucha gente, movilizarse en la ciudad de Panamá es símbolo con encontrarse con circulación lenta o inmóvil, el llamado tranque. Una interminable fila de autos tocando bocinas y prendiendo luces de giro, a la espera del momento en que puedan volver a ser libres y manejar a más de 2 km/h.
En esos momentos, lo más
sencillo es estresarse, enojarse, rendirse y darse por vencido. Después de todo,
el ambiente tenso y monótono de esas situaciones es perfecto para ese tipo de
reacciones.
Pero si lo pensamos un poco y
vemos el lado positivo, un tranque representa una gran cantidad de tiempo
libre, en el que podemos relajarnos, sin tener que pensar en el trabajo ni los
estudios. La travesía entre dos puntos, cuando no representa un posible atraso
a nuestro destino del día, es como un paréntesis, en el cual nos dotamos de
anonimato, solo un auto más en la masa multicolor de las calles de la ciudad.
En esos casos, lo único que se
necesita es un poco de creatividad: podemos escuchar música para relajarnos y
mantenernos calmados en el tranque o escuchar programas de noticias u opinión
radiales para mantenernos al corriente de las cosas.
Si viajamos acompañados, en un
taxi o en un servicio de transporte como Uber, podemos aprovechar el tiempo
para tener interesantes conversaciones con los otros ocupantes del auto,
practicando nuestras habilidades de socialización y a la vez teniendo una
manera más interesante de pasar el tiempo. El tiempo es lo que sobra en este
caso, y con tanto tiempo con una persona, algún tema interesante debe salir a
relucir.
Si somos pasajeros, podemos
aprovechar para mandar correos, hacer tareas o usar las redes sociales para
mantenernos en contacto con las personas que queremos.
Y finalmente, no importa el
puesto que tengamos en el carro, podemos usar ese tiempo para pensar, tomar
decisiones, reflexionar sobre dilemas personales, planear el día o la semana
siguiente o simplemente desarrollar una idea innovadora o creativa.
Porque es sencillo, como todo
en la vida, podemos verlo de manera positiva o negativa. De nada sirve enojarse
y arruinarse el día por una situación que no podemos cambiar.
Está en nosotros mantenernos
calmados, relajados y, con un poco de creatividad, volver una experiencia
molesta y desagradable algo positivo y productivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario